Proyecto de Formación Sindical
Género y Sindicalismo
Módulo 4
La negociación colectiva con perspectiva de género
La importancia de incluir la equidad de género en la negociación colectiva
La negociación colectiva es una herramienta fundamental para mejorar las condiciones laborales y de vida de las personas trabajadoras, así como para regular las relaciones entre sindicatos y empleadores. Sin embargo, tradicionalmente, la negociación colectiva ha sido un espacio masculinizado y ciego al género, que ha invisibilizado o subvalorado las necesidades y demandas específicas de las mujeres trabajadoras.
Incluir la equidad de género en la negociación colectiva implica reconocer que las mujeres enfrentan desigualdades y discriminaciones específicas en el mundo del trabajo, que requieren de medidas y soluciones diferenciadas. También implica cuestionar y transformar las estructuras y prácticas de la negociación colectiva que reproducen o refuerzan los estereotipos y roles tradicionales de género, como la subrepresentación de las mujeres en las mesas de negociación o la priorización de temas "masculinos" como los salarios o la jornada laboral.
Algunos argumentos que justifican la importancia de incluir la equidad de género en la negociación colectiva son:
Permite visibilizar y abordar las brechas y desigualdades de género en el mundo del trabajo, como la brecha salarial, la segregación ocupacional, la precariedad laboral o la violencia y el acoso sexual.
Mejora las condiciones laborales y de vida de las mujeres trabajadoras, al incorporar sus necesidades y demandas específicas en los convenios colectivos, como la conciliación de la vida laboral y familiar, la protección de la maternidad y la paternidad, o la prevención y sanción del acoso sexual.
Fortalece la participación y el liderazgo de las mujeres en los sindicatos y en la negociación colectiva, al promover su presencia y voz en las mesas de negociación, así como su formación y capacitación en habilidades de negociación y perspectiva de género.
Beneficia a todas las personas trabajadoras, no solo a las mujeres, al promover un modelo de relaciones laborales más igualitario, justo y corresponsable, que valore y redistribuya los trabajos de cuidados, y que permita una mejor conciliación de la vida laboral, familiar y personal para todas las personas.
Contribuye a la justicia social y a la democracia, al cuestionar y transformar las relaciones de poder y las desigualdades estructurales entre hombres y mujeres, tanto en el mundo del trabajo como en la sociedad en general.
Cláusulas y medidas para promover la igualdad en los convenios colectivos
Para incluir la equidad de género en la negociación colectiva, es necesario incorporar cláusulas y medidas específicas en los convenios colectivos que promuevan la igualdad entre hombres y mujeres en el ámbito laboral. Estas cláusulas pueden abarcar diversos temas y áreas, como:
Igualdad salarial: cláusulas que garanticen la igualdad de remuneración por un trabajo de igual valor, así como la transparencia y objetividad en los sistemas de evaluación y clasificación de puestos.
Acceso al empleo y promoción: cláusulas que fomenten la contratación y promoción de mujeres en sectores y puestos masculinizados, así como la eliminación de requisitos o criterios discriminatorios en los procesos de selección.
Formación y capacitación: cláusulas que promuevan la participación equitativa de hombres y mujeres en los programas de formación y capacitación, tanto en habilidades técnicas como en liderazgo y perspectiva de género.
Conciliación y corresponsabilidad: cláusulas que favorezcan la conciliación de la vida laboral, familiar y personal, como permisos parentales, flexibilidad horaria, teletrabajo, servicios de cuidado, entre otras, así como la corresponsabilidad de los hombres en las tareas de cuidado.
Salud y seguridad laboral: cláusulas que aborden los riesgos y necesidades específicas de salud y seguridad de las mujeres trabajadoras, como la prevención de riesgos ergonómicos, la protección de la maternidad o la atención a la salud sexual y reproductiva.
Prevención y sanción del acoso sexual y la violencia laboral: cláusulas que establezcan protocolos y mecanismos para prevenir, atender y sancionar el acoso sexual y otras formas de violencia de género en el trabajo, así como medidas de protección y reparación para las víctimas.
Participación y representación sindical: cláusulas que fomenten la participación y representación equitativa de mujeres y hombres en las estructuras y órganos sindicales, así como en las mesas de negociación y diálogo social.
Además de estas cláusulas específicas, es importante que los convenios colectivos incorporen un lenguaje inclusivo y no sexista, así como una perspectiva interseccional que reconozca la diversidad y las múltiples discriminaciones que pueden enfrentar las mujeres trabajadoras por su edad, origen étnico, orientación sexual, discapacidad, entre otras.
Estrategias y habilidades para la negociación de género
Para incluir efectivamente la equidad de género en la negociación colectiva, es necesario que las personas negociadoras, tanto sindicales como empresariales, cuenten con estrategias y habilidades específicas. Algunas de estas estrategias y habilidades son:
Formación y sensibilización en género: es fundamental que las personas negociadoras tengan conocimientos básicos sobre género, derechos laborales de las mujeres y negociación colectiva con perspectiva de género, para poder identificar y abordar adecuadamente las desigualdades y discriminaciones en el ámbito laboral.
Diagnóstico y análisis de género: antes de la negociación, es importante realizar un diagnóstico y análisis de la situación de género en la empresa o sector, identificando las brechas, necesidades y demandas específicas de las mujeres trabajadoras, así como los impactos diferenciados de las políticas y medidas laborales en hombres y mujeres.
Participación y consulta a las mujeres: es clave garantizar la participación y consulta activa a las mujeres trabajadoras en todo el proceso de negociación colectiva, desde la elaboración de la plataforma de demandas hasta la aprobación y seguimiento del convenio colectivo. Esto implica promover espacios y mecanismos de participación específicos para las mujeres, como asambleas, comisiones o encuestas.
Alianzas y redes de apoyo: es importante construir alianzas y redes de apoyo con otros actores y organizaciones que trabajen por la equidad de género, como las secretarías o comisiones de género de los sindicatos, las organizaciones feministas, las instituciones públicas de la mujer, entre otras. Estas alianzas pueden brindar asesoría técnica, respaldo político y movilización social a las demandas de género en la negociación colectiva.
Comunicación y argumentación con enfoque de género: durante la negociación, es clave utilizar una comunicación y argumentación con enfoque de género, que visibilice las desigualdades y discriminaciones que enfrentan las mujeres trabajadoras, y que justifique la necesidad y los beneficios de las cláusulas y medidas de igualdad para todas las partes. Esto implica evitar los estereotipos y prejuicios de género, y utilizar datos y evidencias para respaldar las propuestas.
Disposición al diálogo y la búsqueda de consensos: la negociación colectiva con perspectiva de género requiere de una disposición al diálogo y la búsqueda de consensos entre las partes, reconociendo que la igualdad entre hombres y mujeres es un objetivo común y beneficioso para toda la sociedad. Esto implica evitar posiciones maximalistas o confrontativas, y buscar soluciones creativas y equilibradas que atiendan las necesidades e intereses de todas las partes.
Análisis de casos y ejercicios prácticos de negociación
Para fortalecer las habilidades y estrategias de negociación colectiva con perspectiva de género, es fundamental realizar análisis de casos y ejercicios prácticos que permitan aplicar los conocimientos adquiridos a situaciones concretas y reales. Algunos ejemplos de casos y ejercicios que se pueden trabajar en el módulo son:
Análisis de convenios colectivos con cláusulas de igualdad: se pueden analizar convenios colectivos de diferentes sectores y países que hayan incorporado cláusulas y medidas para promover la equidad de género, identificando sus fortalezas, debilidades y posibles mejoras.
Simulaciones de mesas de negociación: se pueden realizar simulaciones de mesas de negociación colectiva donde las personas participantes asuman diferentes roles (sindicato, empresa, mediación) y deban negociar cláusulas específicas de igualdad, como la igualdad salarial, la conciliación o la prevención del acoso sexual.
Resolución de casos prácticos: se pueden presentar casos prácticos de situaciones de desigualdad o discriminación de género en el ámbito laboral (por ejemplo, una denuncia de acoso sexual, una brecha salarial injustificada o una dificultad para conciliar), y pedir a las personas participantes que propongan estrategias y soluciones desde la negociación colectiva.
Elaboración de propuestas y argumentarios: se puede pedir a las personas participantes que elaboren propuestas concretas de cláusulas de igualdad para incluir en un convenio colectivo, así como los argumentarios y evidencias para defenderlas en una mesa de negociación.
Estos ejercicios prácticos deben realizarse en un ambiente de confianza y respeto, que permita el intercambio de ideas y experiencias, así como la retroalimentación constructiva entre las personas participantes. También es importante que se realicen desde una perspectiva interseccional, reconociendo la diversidad y las múltiples discriminaciones que pueden enfrentar las mujeres trabajadoras.