Proyecto de Formación Sindical
Género y Sindicalismo
Módulo 5
Comunicación y sensibilización sobre equidad de género
La importancia del lenguaje inclusivo y no sexista
El lenguaje es una herramienta poderosa para construir y transformar la realidad social, incluyendo las relaciones de género. El lenguaje que utilizamos puede visibilizar o invisibilizar a las mujeres y a otras identidades de género, así como reforzar o cuestionar los estereotipos y roles tradicionales asignados a cada sexo.
En este sentido, el lenguaje inclusivo y no sexista es aquel que reconoce y visibiliza la presencia y contribución de las mujeres y de otras identidades de género en el discurso, evitando el uso del masculino genérico y de términos o expresiones que subordinen, excluyan o estereotipen a las personas por su sexo o género.
Algunos ejemplos de lenguaje inclusivo y no sexista son:
Utilizar sustantivos genéricos o colectivos, en lugar del masculino genérico: "las personas trabajadoras" en lugar de "los trabajadores", "el alumnado" en lugar de "los alumnos", etc.
Utilizar desdoblamientos o barras, cuando no existan sustantivos genéricos: "los trabajadores y las trabajadoras", "los/las delegados/as", etc.
Evitar el uso de términos o expresiones sexistas, que refuercen estereotipos o roles de género: "las mujeres son más emocionales", "los hombres son más racionales", "las secretarias son más eficientes", etc.
Utilizar términos que visibilicen la diversidad de identidades y experiencias de género: "las personas trans", "las familias homoparentales", "las masculinidades igualitarias", etc.
El uso del lenguaje inclusivo y no sexista es importante en el ámbito sindical por varias razones:
Visibiliza y reconoce la presencia y contribución de las mujeres y otras identidades de género en el mundo del trabajo y en las organizaciones sindicales.
Cuestiona y transforma los estereotipos y roles tradicionales de género que sostienen las desigualdades y discriminaciones en el ámbito laboral.
Promueve un cambio cultural hacia relaciones más igualitarias y democráticas entre los géneros, tanto dentro como fuera de los sindicatos.
Mejora la comunicación y el entendimiento entre las personas, al evitar malentendidos o exclusiones por razón de género.
Para promover el uso del lenguaje inclusivo y no sexista en el ámbito sindical, es necesario realizar acciones de formación y sensibilización dirigidas a todas las personas que forman parte de la organización, así como revisar y adaptar los documentos, publicaciones y comunicaciones sindicales para que incorporen este enfoque.
Estrategias de comunicación para promover la equidad de género
La comunicación es una herramienta estratégica para promover la equidad de género en el ámbito sindical, tanto a nivel interno como externo. A través de la comunicación, se pueden visibilizar las desigualdades y discriminaciones que enfrentan las mujeres trabajadoras, sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de la igualdad de género, y movilizar a la acción colectiva para transformar las relaciones de poder entre los géneros.
Algunas estrategias de comunicación que pueden utilizar las organizaciones sindicales para promover la equidad de género son:
Campañas de sensibilización: realizar campañas públicas que visibilicen las brechas y desigualdades de género en el mundo del trabajo, y que promuevan un cambio cultural hacia relaciones más igualitarias y corresponsables entre los géneros. Estas campañas pueden utilizar diferentes medios y formatos, como carteles, videos, redes sociales, eventos públicos, etc.
Vocería y liderazgo de las mujeres: promover la participación y el liderazgo de las mujeres sindicalistas como voceras y portavoces de las demandas y propuestas de género, tanto en los medios de comunicación como en los espacios de diálogo social y negociación colectiva.
Alianzas con medios de comunicación: establecer alianzas y colaboraciones con medios de comunicación sensibles a la perspectiva de género, para que visibilicen y difundan las acciones y demandas sindicales por la igualdad de género, así como las buenas prácticas y experiencias exitosas en este ámbito.
Redes y plataformas digitales: utilizar las redes y plataformas digitales (sitios web, redes sociales, blogs, etc.) para difundir información, recursos y herramientas sobre equidad de género y derechos laborales de las mujeres, así como para facilitar el intercambio y la articulación entre las mujeres sindicalistas a nivel nacional e internacional.
Formación en comunicación con perspectiva de género: capacitar a las personas responsables de la comunicación sindical en habilidades y herramientas para incorporar la perspectiva de género en su trabajo, como el uso del lenguaje inclusivo, la representación diversa y no estereotipada de las mujeres y los hombres, o el abordaje de temas de género en los contenidos y mensajes.
Es importante que las estrategias de comunicación para la equidad de género sean coherentes con los valores y principios de la organización sindical, y que se desarrollen de manera participativa y horizontal, involucrando a las mujeres y a las diversas identidades de género en su diseño, implementación y evaluación.
Campañas y acciones de sensibilización sobre igualdad
Las campañas y acciones de sensibilización son una estrategia clave para promover la igualdad de género en el ámbito sindical y en la sociedad en general. A través de estas acciones, se busca visibilizar las desigualdades y discriminaciones que enfrentan las mujeres en el mundo del trabajo, cuestionar los estereotipos y roles tradicionales de género, y movilizar a la acción colectiva para transformar las relaciones de poder entre los géneros.
Algunas ideas y propuestas de campañas y acciones de sensibilización que pueden desarrollar las organizaciones sindicales son:
Campaña por la igualdad salarial: realizar una campaña pública que denuncie la brecha salarial de género y que exija medidas concretas para garantizar la igualdad de remuneración por trabajo de igual valor, como la transparencia salarial, la evaluación objetiva de puestos o las auditorías de género.
Campaña contra el acoso sexual en el trabajo: desarrollar una campaña que visibilice y condene el acoso sexual en el ámbito laboral, que informe sobre los derechos y recursos disponibles para las víctimas, y que promueva la adopción de protocolos y medidas de prevención, atención y sanción en las empresas y sindicatos.
Acciones por la conciliación y la corresponsabilidad: realizar acciones que promuevan la conciliación de la vida laboral, familiar y personal, así como la corresponsabilidad de los hombres en las tareas de cuidado, como la difusión de buenas prácticas empresariales, la sensibilización a los padres trabajadores o la reivindicación de permisos parentales igualitarios.
Celebración de fechas conmemorativas: conmemorar fechas clave para la igualdad de género, como el 8 de marzo (Día Internacional de la Mujer), el 25 de noviembre (Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer) o el 19 de junio (Día Internacional contra la Discriminación por Orientación Sexual e Identidad de Género), a través de diferentes actividades como marchas, manifiestos, eventos culturales, etc.
Campañas en redes sociales: utilizar las redes sociales para lanzar campañas virales que sensibilicen sobre temas de equidad de género en el trabajo, como los estereotipos de género en las profesiones, el techo de cristal para las mujeres directivas o la discriminación hacia las personas LGBTI+, utilizando hashtags, desafíos o testimonios que generen conversación y movilización.
Para que estas campañas y acciones sean efectivas y transformadoras, es importante que se diseñen e implementen de manera estratégica y participativa, con objetivos claros y mensajes clave, y que involucren a las mujeres y a las diversas identidades de género en todo el proceso. También es fundamental que se realicen de manera sostenida en el tiempo, y que se evalúen y sistematicen sus resultados e impactos.
El rol de los hombres y la masculinidad en la promoción de la equidad
Lograr la equidad de género en el ámbito sindical y en la sociedad en general no es una tarea exclusiva de las mujeres, sino que requiere del compromiso y la participación activa de los hombres. Los hombres, como grupo social privilegiado por el sistema patriarcal, tienen un rol clave en la transformación de las relaciones de poder y en la construcción de masculinidades igualitarias y corresponsables.
Algunas reflexiones y propuestas sobre el rol de los hombres y la masculinidad en la promoción de la equidad de género en el sindicalismo son:
Reconocer los privilegios y las desigualdades: es importante que los hombres sindicalistas reconozcan y cuestionen los privilegios que les otorga el sistema patriarcal en el ámbito laboral y sindical, así como las desigualdades y discriminaciones que enfrentan sus compañeras mujeres por el hecho de ser mujeres.
Desaprender los estereotipos y roles tradicionales de género: los hombres deben desaprender los estereotipos y roles tradicionales de la masculinidad hegemónica, que asocian a los hombres con la fuerza, la razón, el liderazgo o la provisión económica, y que les dificultan expresar sus emociones, cuidar de otras personas o asumir tareas domésticas.
Practicar la corresponsabilidad y el cuidado: los hombres deben asumir de manera corresponsable las tareas de cuidado y trabajo doméstico, tanto en sus hogares como en sus organizaciones sindicales, para favorecer la conciliación y la igualdad de oportunidades de las mujeres en el ámbito laboral y sindical.
Ser aliados y renunciar a espacios de poder: los hombres deben actuar como aliados de las luchas feministas y sindicales por la equidad de género, apoyando y visibilizando las demandas y propuestas de las mujeres, y renunciando a espacios de poder y representación para que sean ocupados por mujeres.
Formarse y sensibilizarse en género: los hombres deben formarse y sensibilizarse en temas de género y masculinidades, para comprender mejor las desigualdades y discriminaciones que enfrentan las mujeres, y para desarrollar habilidades y estrategias para promover la equidad en sus espacios laborales y sindicales.
Cuestionar y denunciar el machismo: los hombres deben cuestionar y denunciar las actitudes, comentarios y prácticas machistas que se reproducen en el ámbito laboral y sindical, como el acoso sexual, los chistes sexistas o la infravaloración del trabajo de las mujeres, y promover una cultura organizacional de respeto e igualdad.
Para promover el involucramiento de los hombres en la equidad de género, las organizaciones sindicales pueden desarrollar acciones específicas como talleres de masculinidades, campañas de paternidad corresponsable o espacios de diálogo entre hombres y mujeres sindicalistas. También es importante que se incorpore la perspectiva de género y el cuestionamiento a los privilegios masculinos en todas las acciones y estructuras sindicales, y que se reconozca y valore el trabajo de los hombres que ya están comprometidos con la igualdad.