La globalización y las nuevas tecnologías están transformando profundamente el mundo del trabajo, generando nuevas oportunidades pero también nuevos desafíos para el Trabajo Decente. Algunos de los principales impactos son:

• Deslocalización y subcontratación: La globalización ha facilitado la deslocalización de las empresas y la subcontratación de actividades a países con menores costos laborales y regulaciones más laxas. Esto ha generado una presión a la baja sobre los salarios y las condiciones de trabajo, así como una mayor inseguridad laboral para los trabajadores.

• Digitalización y automatización: Las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, la robótica o el internet de las cosas, están transformando los procesos productivos y eliminando puestos de trabajo en sectores tradicionales. Al mismo tiempo, están creando nuevos empleos y demandas de competencias, pero no siempre con condiciones de trabajo adecuadas.

• Plataformas digitales y economía colaborativa: La expansión de las plataformas digitales y la economía colaborativa está generando nuevas formas de trabajo, como el trabajo freelance, el trabajo en plataformas o el trabajo a demanda. Estas formas de trabajo pueden ofrecer mayor flexibilidad y autonomía, pero también pueden conllevar mayor precariedad e inseguridad, al no estar sujetas a las regulaciones laborales tradicionales.

• Cambios en la organización del trabajo: Las nuevas tecnologías están permitiendo nuevas formas de organización del trabajo, como el teletrabajo, el trabajo en equipo virtual o el trabajo por proyectos. Estos cambios pueden favorecer la conciliación de la vida laboral y personal, pero también pueden difuminar los límites entre el tiempo de trabajo y el tiempo de descanso, generando riesgos psicosociales.

• Brecha digital y desigualdades: La digitalización y las nuevas tecnologías también pueden generar nuevas desigualdades y exclusiones, al no estar al alcance de todos los trabajadores y trabajadoras. La brecha digital, tanto en términos de acceso como de competencias, puede aumentar las desigualdades entre países, regiones, sectores y grupos sociales.

Ante estos desafíos, los sindicatos deben desarrollar nuevas estrategias y capacidades para defender los derechos de los trabajadores y promover el Trabajo Decente en el futuro del trabajo. Algunas de estas estrategias son:

• Adaptación de la negociación colectiva: Los sindicatos deben adaptar la negociación colectiva a las nuevas realidades del trabajo, incluyendo cláusulas sobre la digitalización, la formación continua, la protección de datos o la desconexión digital. También deben buscar nuevas formas de negociación, como los acuerdos marco internacionales o los convenios de sector, para garantizar condiciones de trabajo adecuadas en las cadenas de suministro globales.

• Organización de nuevos colectivos: Los sindicatos deben hacer un esfuerzo para organizar y representar a los nuevos colectivos de trabajadores, como los trabajadores de plataformas, los autónomos o los trabajadores migrantes. Para ello, pueden desarrollar nuevas formas de afiliación y participación, como la afiliación online, la creación de cooperativas o la oferta de servicios específicos.

• Incidencia en las políticas públicas: Los sindicatos deben incidir en las políticas públicas para promover una transición justa hacia el futuro del trabajo, que garantice la protección social, la formación a lo largo de la vida y la redistribución de los beneficios de la digitalización. También deben exigir una regulación adecuada de las nuevas formas de trabajo, que garantice los derechos laborales y la seguridad jurídica.

• Alianzas y cooperación internacional: Ante la globalización y la digitalización, los sindicatos deben fortalecer las alianzas y la cooperación internacional, para defender los derechos de los trabajadores a nivel global y promover un modelo de globalización justa y sostenible. También deben participar activamente en los debates y negociaciones internacionales sobre el futuro del trabajo, como los que se dan en la OIT.

• Formación y capacitación: Los sindicatos deben promover la formación y capacitación de sus afiliados y dirigentes en las nuevas realidades del trabajo, incluyendo las competencias digitales, las habilidades blandas o el conocimiento de los derechos laborales en las nuevas formas de empleo. También deben colaborar con las instituciones educativas y de formación profesional para garantizar una oferta formativa adecuada a las necesidades del futuro del trabajo.