Proyecto de Formación Sindical

Trabajo Decente

Módulo 1

Introducción al concepto de Trabajo Decente

El concepto de Trabajo Decente fue introducido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 1999, como una respuesta a los desafíos de la globalización y la necesidad de promover condiciones laborales justas y equitativas para todos los trabajadores y trabajadoras. La OIT define el Trabajo Decente como "el trabajo productivo para los hombres y las mujeres en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad humana".

Cuatro Pilares Fundamentales del Trabajo Decente

Derechos en el trabajo

Se refiere al respeto y promoción de los derechos laborales fundamentales, incluyendo la libertad sindical, la negociación colectiva, la eliminación del trabajo forzoso, la erradicación del trabajo infantil y la no discriminación en el empleo y la ocupación. Estos derechos son universales y deben ser garantizados para todos los trabajadores y trabajadoras, independientemente de su situación laboral o tipo de contrato.


Oportunidades de empleo

Implica la creación de empleos suficientes y de calidad, que permitan a las personas acceder a un trabajo productivo y bien remunerado. Esto incluye políticas de fomento del empleo, formación profesional, emprendimiento y apoyo a las pequeñas y medianas empresas, así como la promoción de la igualdad de género en el acceso al empleo y la reducción de la informalidad laboral.


Protección social

Se refiere al acceso de los trabajadores y trabajadoras a un piso mínimo de protección social, que les brinde seguridad económica y les permita hacer frente a los riesgos y contingencias de la vida laboral y personal. Esto incluye sistemas de seguridad social, seguro de desempleo, protección de la maternidad, pensiones y acceso a servicios de salud y cuidado.


Diálogo Social

Se refiere al respeto y promoción de los derechos laborales fundamentales, incluyendo la libertad sindical, la negociación colectiva, la eliminación del trabajo forzoso, la erradicación del trabajo infantil y la no discriminación en el empleo y la ocupación. Estos derechos son universales y deben ser garantizados para todos los trabajadores y trabajadoras, independientemente de su situación laboral o tipo de contrato.


 Importancia del Trabajo Decente para los y las trabajadoras y la sociedad

 Es fundamental para el bienestar de los trabajadores y trabajadoras, así como para el desarrollo sostenible e inclusivo de las sociedades 

A nivel individual, el Trabajo Decente permite a las personas acceder a un ingreso digno, desarrollar sus capacidades y habilidades, y sentirse valoradas y reconocidas en su trabajo. Además, promueve la igualdad de género y la no discriminación, contribuyendo a la reducción de las brechas y desigualdades en el mercado laboral.

A nivel social, el Trabajo Decente es clave para la cohesión y la estabilidad de las comunidades y países

La existencia de empleos de calidad y la garantía de los derechos laborales son fundamentales para reducir la pobreza, la exclusión social y las tensiones sociales derivadas de la precariedad laboral. Asimismo, el Trabajo Decente impulsa el crecimiento económico sostenible y la competitividad de las empresas, al fomentar la productividad, la innovación y el compromiso de los trabajadores.

En el ámbito sindical, la promoción del Trabajo Decente es una tarea central y prioritaria. 

Los sindicatos tienen un papel fundamental en la defensa y reivindicación de los derechos laborales, la negociación de condiciones de trabajo justas y la participación de los trabajadores en la toma de decisiones que les afectan. A través de la acción sindical, se pueden lograr avances significativos en la mejora de la calidad del empleo, la reducción de la precariedad laboral y el fortalecimiento de la protección social.

Trabajo Decente es un objetivo y un desafío global que requiere el compromiso y la colaboración de todos los actores del mundo del trabajo: gobiernos, empleadores, sindicatos y sociedad civil.


La promoción del Trabajo Decente es esencial para avanzar hacia sociedades más justas, equitativas y sostenibles, donde todos los trabajadores y trabajadoras puedan disfrutar de sus derechos y acceder a oportunidades de desarrollo personal y profesional.